domingo, 23 de marzo de 2008

Una cadena humana de más de 2.000 personas pide el derribo del muro del Sáhara

Los participantes han pedido la celebración de un referémdum de autodeterminación del pueblo Sáharaui y el fin de la ocupación del territorio.

Más de 2.000 personas formaron hoy una cadena humana multicolor frente al muro militar marroquí que divide el Sáhara Occidental para pedir su derribo, la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo Sáharaui y el fin de la ocupación del territorio.

Los participantes -en su gran mayoría españoles y Sáharauis, junto a italianos y argelinos- unieron sus manos formando una larga cadena longitudinal y en paralelo a los casi tres metros de muralla de arena, piedras y alambradas de espino.
La acción -en la que participaron también multitud de mujeres españolas y Sáharauis- se prolongó cerca de 45 minutos y se desarrolló a 500 metros del punto del muro conocido como el «recodo», próximo al vértice fronterizo de Argelia y Mauritania.
La cadena humana se dividió posteriormente en distintos grupos que, entre cánticos y el característico ulular de las mujeres Sáharauis, gritaron consignas como «Marruecos culpable, España responsable» y «Libertad para el Sáhara».

Las vestimentas blancas de los españoles contrastaban con las melfas (trajes multicolores tradicionales de las mujeres Sáharauis), la ropa oscura de los hombres de la zona y las decenas de banderas de la República Árabe Sáharaui Democrática (RASD).

Varios grupos de españoles animaron el acto con instrumentos musicales traídos desde España.
Mohamed Ali Beiruk, un fotógrafo Sáharaui de 24 años que participó en la formación de la cadena, destacó a EFE que «la única solución es la guerra, porque después de 32 años hablando no se ha conseguido nada»
Fadel, otro refugiado Sáharaui, que a sus 54 años se animó a sumarse a la protesta contra la construcción marroquí, opinó que el conflicto «tendrá una fin negociado» ya que sino «la guerra volverá» porque el Frente Polisario «no puede tener a los jóvenes de brazos cruzados».

La acción, en la que intervinieron también algunos niños y veteranos de guerra Sáharauis, transcurrió sin incidentes en una planicie desértica y pedregosa, supervisada por miembros de la misión de la ONU para el Sáhara Occidental (MINURSO) a bordo de cinco vehículos todoterreno con militares de Uruguay, Italia, Brasil y Malasia.

Un helicóptero de Naciones Unidas sobrevoló además el área durante todo el desarrollo de la protesta.
Al mismo tiempo, alrededor de diez soldados marroquíes observaban a los participantes encaramados en el muro e incluso se pudo ver a alguno de ellos caminando en sus proximidades.
Los organizadores de la marcha avisaron constantemente a los participantes del riesgo de minas en la zona, donde aún pueden verse restos de munición de la guerra entre Marruecos y el Polisario, tales como alguna granada.

Los participantes, que salieron al amanecer desde los campos de refugiados Sáharauis de Argelia, se trasladaron hasta el muro en una veintena de camiones y decenas de vehículos todoterreno dispuestos por el Polisario, que se encargó también del avituallamiento, la seguridad y la asistencia sanitaria.

El recorrido duró cerca de tres horas en una mañana fría y algo ventosa a través de una llanura polvorienta tan sólo salpicada por acacias del desierto.

Durante esta semana, alrededor de 2.500 españoles se han trasladado hasta los campos de refugiados Sáharauis para conocer la situación en que viven, colaborar en proyectos de cooperación y participar en la cadena humana en torno al muro, según los organizadores del viaje.

La acción de protesta, denominada «Columna de los 1.000», es una iniciativa del grupo Voluntad y Determinación, formado por estudiantes de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, que concibieron una movilización no violenta contra la «injusticia y el olvido» que padece el pueblo Sáharaui.

La idea surgió hace un año, después de que estos universitarios visitaran por vez primera los campamentos Sáharauis de Argelia para conocer de primera mano cómo viven los refugiados y contó con el apoyo de la Coordinadora Estatal de Amigos del Pueblo Sáharaui de España y de la Asociación de Presos y Desaparecidos Sáharauis.

El muro de arena, piedra y alambre de espino -el más largo del mundo con 2.720 kilómetros- fue construido por Marruecos entre 1980 y 1987.
Plagado de cientos de miles de minas antipersonas y antitanque, el muro atraviesa la antigua colonia española prácticamente de norte a sur, de tal forma que sus habitantes han quedado separados.

Los marroquíes controlan los dos tercios occidentales del territorio y la franja superior del norte, y el Polisario domina el lado oriental, fronterizo con Argelia y Mauritania.
En 1991 se acordó un alto el fuego después de 16 años de guerra supervisado por la ONU, que apoyó un referéndum de autodeterminación y envió una misión al Sáhara para su celebración, pero Marruecos ha rechazado hasta el momento la realización de la consulta alegando desacuerdos con la composición del censo de votantes.

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