miércoles, 9 de noviembre de 2011

TEXTO DE UNA COLABORADORA DE LA ASOCIACION SOBRE GDEIM IZIK

Hace ya un año del desmantelamiento de Gdeim Izik, el campamento de la Dignidad, un campamento de protesta compuesto por personas saharauis, sufridoras, pacíficas, que después de tantos años lo único que quieren es volver a su tierra, ese 8 de noviembre en el que todos los que apoyamos a este pueblo tan querido estábamos con el corazón encogido, escuchando las noticias, hablando con nuestras familias saharauis, escuchando el sufrimiento que en estos días aumentaba. Esa mañana en la que se daba el aviso de que las fuerzas marroquíes iban a arrasar el campamento, lágrimas de niños, gritos de mujeres, desesperanza, miedo, fuego, dolor…

Marruecos se rearma, camiones militares marroquíes, sirenas…

Y llega el momento, descontrol, desaparecidos, fallecidos.

Mientras estoy al tanto de la situación, minuto a minuto, veo videos, imágenes y me echo las manos a la cabeza, cierro los ojos, no puedo ver las jaimas quemándose ni la gente gritando y sufriendo, me acuerdo de mi familia y de todas las familias que con impotencia viven en los campamentos de refugiados de Argelia, por un lado miedo, por otro lado esperanza de que sea el momento en el que tengan la oportunidad de recuperar su tierra, y sin darme cuenta una lágrima en mi rostro…

El campamento desmantelado, todo arrasado, más noticias, nuevas llamadas, conversaciones con personas que apoyamos la causa, cada uno con distintas palabras pero todos opinamos parecido…

Y más miedo… duro, duro es que desde los campamento te pregunten por familiares de los territorios ocupados, duro es escuchar la palabra guerra, parecía que iba a ser el gran momento, los jóvenes y hombres saharauis se preparan, pero no… no lo es… aún hay que esperar… esas palabras me las dijeron unos meses después un amigo saharaui… no era el momento…

Un año más, sigo imaginando un deseoso Sáhara Libre, sigo imaginando las sonrisas y la alegría de los saharauis en sus casas, sigo pensando cómo sería poder ir a visitarles cuando yo quisiese, imagino a mi familia saharaui tranquilamente por las calles de mi ciudad, en mi casa…

Sigo imaginando y se, que algún día, no muy lejano esos momentos llegarán…

Y desde aquí sigo diciendo que seguiremos luchando por lo que sois, por lo que nunca debería haber pasado, por lo que os merecéis, por la injusticia que vivís, sigo luchando por la libertad, por la independencia, por recuperar lo que es vuestro, sin más.

Aaiún, hermanos, nosotros no olvidamos.

Un año después…8 de Noviembre del 2011

VIRGINIA


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