jueves, 27 de marzo de 2008

Teatro-denuncia en apoyo al Pueblo Saharaui

Teatro-denuncia en apoyo al pueblo Saharaui.

"Si tenemos que ir a la guerra para que el mundo preste atención a las injusticias cometidas contra nuestro pueblo, estamos dispuestas a morir por ello".

En el Sáhara Occidental hay un muro físico que separa y mata lentamente a un pueblo.Pero además de ése, hay un muro de silencio que impide que aquí oigamos sus gritos.Una vez más, las grandes empresas y los gobiernos de las llamadas democracias occidentales son capaces de matar a un pueblo que reclama su derecho a autodeterminarse.

Nosotras, la sociedad civil, tenemos que intervenir. Nuestra dignidad nos convoca hoy a juntarnos para destapar lo que muchos quieren mantener tapado. Otra guerra no puede ser la única alternativa que les dejemos.Nos duele la pasividad con que el mundo camina ante las acciones de sus gobiernos y empresas; que no haya más cuestionamientos sobre el origen de las riquezas que posee nuestra sociedad. Nos duele que beneficios económicos valgan más que las personas, y que los derechos colectivos de los pueblos.Pero no queremos quedarnos en nuestros rincones con la cabeza agachada por la vergüenza, no queremos ser cómplices de la barbarie con nuestro silencio.No vamos a obedecer su prepotencia. NO NOS VAN A CALLAR.

Este sábado 29 romperemos su muro de silencio. Trasladaremos la realidad del pueblo saharaui a las calles de Madrid.

Porque... si no hoy ¿cuándo?

Si no nosotras ¿quién?

SáBADO 29 MARZO, 17´30 h, Pza. España.

martes, 25 de marzo de 2008

Testimonio del saharaui Yarba Mahfur.



Historia del saharaui residente en España Yarba Mahfud Mohamed en el aeropuerto de la ciudad saharaui ocupada de El Aaiun: “Me han echado del aeropuerto del Aaiun, negándome visitar a mi familia”


Nombre: Yarba Mahfoud Mohamed. Paralítico en silla de ruedas, consecuencia de una herida en la guerra.

Esta es su narración:
“Tras adquirir un documento de viaje hecho en España de forma legal, decidí viajar a la capital del Sahara Occidental, El Aaiun, aprovechando las vacaciones de Semana Santa para visitar mis seres queridos, a los que por culpa de la ocupación injusta que vive mi país, no veo desde hace muchos años.

Como cualquier ciudadano tomé rumbo al aeropuerto hacia mi sueño tantas veces esperado. Todo empiezo después de salir de Barcelona con destino hacia Casablanca el día 18 de marzo de 2008 a las 23:55h, cuidando tener todos los papeles en regla para que no hubiera cabida a imprevistos.

Una vez llegado al aeropuerto de El Aaiun, fui detenido de forma injusta, ya que no accedí a afirmar la fórmula que me presentaron las autoridades marroquíes para poder acceder al territorio “soy un saharaui que vengo de regreso para pedir el perdón de nuestro rey”. Solo me ofrecieron la alternativa de volver a España, viendo el panorama que se me presentaba, con policías vestidos de paisano y el maltrato que estaba sufriendo.
Lo que más me dolió fue ver a mis seres queridos esperando tras de unos sucios cristales, sin poder hacer nada, esperaba al menos poder abrazarles. Entonces dirigí a uno de los agentes diciéndole “esto no es un trato para un ser humano, sólo conlleva a más odio”. El policía me respondió “si no quieres estar aquí definitivamente, sólo te queda una opción y es volver por donde has venido”.






Todo esto ocurría mientras detrás de los cristales mis familiares hacían todo lo posible por acercarse a mí. Todo se llenó de gritos y lagrimas de impotencia, lo que me llenó de tristeza y rabia. Entre toda esa confusión algunos de mis familiares atravesaron la barrera pero les retiraron empujándoles de forma inhumana y a mí me empujaron hacia una esquina.


Minutos después llegó un avión procedente de Villa Cisneros y como un objeto me subieron al mismo, con destino a Casablanca. Llegado al destino me interrogaron de nuevo y siempre tratando de convencerme de ser “un saharaui que regresa a casa” como ellos querían que afirmara. Eso sería lo último que yo haría.


Me hicieron muchas preguntas por ejemplo si había recibido formación militar y dónde. Les respondí la verdad, que toda mi formación la hice en la escuela militar “Mártir Luali Mustafa Sayed”.


Entonces me quitaron mi silla de ruedas y me dejaron tirado en una silla. Lo que refleja su trato inhumano hacia una persona paralítica de la forma mas salvaje que uno puede imaginar.
En Marruecos todo es posible y más si se trata de derechos humanos. Así lleno de tristeza y rabia llegué a mi casa en Barcelona la mañana del 19 de marzo, sabiendo que estuve a punto de cumplir el sueño de poder volver a ver a mis seres queridos y los he pude ver durante escasos cuatro minutos me saludaron de dos en dos, como se ve en las fotografías, las autoridades marroquíes de ocupación, me dejaron con la miel en los labios."




domingo, 23 de marzo de 2008

Una cadena humana de más de 2.000 personas pide el derribo del muro del Sáhara

Los participantes han pedido la celebración de un referémdum de autodeterminación del pueblo Sáharaui y el fin de la ocupación del territorio.

Más de 2.000 personas formaron hoy una cadena humana multicolor frente al muro militar marroquí que divide el Sáhara Occidental para pedir su derribo, la celebración de un referéndum de autodeterminación del pueblo Sáharaui y el fin de la ocupación del territorio.

Los participantes -en su gran mayoría españoles y Sáharauis, junto a italianos y argelinos- unieron sus manos formando una larga cadena longitudinal y en paralelo a los casi tres metros de muralla de arena, piedras y alambradas de espino.
La acción -en la que participaron también multitud de mujeres españolas y Sáharauis- se prolongó cerca de 45 minutos y se desarrolló a 500 metros del punto del muro conocido como el «recodo», próximo al vértice fronterizo de Argelia y Mauritania.
La cadena humana se dividió posteriormente en distintos grupos que, entre cánticos y el característico ulular de las mujeres Sáharauis, gritaron consignas como «Marruecos culpable, España responsable» y «Libertad para el Sáhara».

Las vestimentas blancas de los españoles contrastaban con las melfas (trajes multicolores tradicionales de las mujeres Sáharauis), la ropa oscura de los hombres de la zona y las decenas de banderas de la República Árabe Sáharaui Democrática (RASD).

Varios grupos de españoles animaron el acto con instrumentos musicales traídos desde España.
Mohamed Ali Beiruk, un fotógrafo Sáharaui de 24 años que participó en la formación de la cadena, destacó a EFE que «la única solución es la guerra, porque después de 32 años hablando no se ha conseguido nada»
Fadel, otro refugiado Sáharaui, que a sus 54 años se animó a sumarse a la protesta contra la construcción marroquí, opinó que el conflicto «tendrá una fin negociado» ya que sino «la guerra volverá» porque el Frente Polisario «no puede tener a los jóvenes de brazos cruzados».

La acción, en la que intervinieron también algunos niños y veteranos de guerra Sáharauis, transcurrió sin incidentes en una planicie desértica y pedregosa, supervisada por miembros de la misión de la ONU para el Sáhara Occidental (MINURSO) a bordo de cinco vehículos todoterreno con militares de Uruguay, Italia, Brasil y Malasia.

Un helicóptero de Naciones Unidas sobrevoló además el área durante todo el desarrollo de la protesta.
Al mismo tiempo, alrededor de diez soldados marroquíes observaban a los participantes encaramados en el muro e incluso se pudo ver a alguno de ellos caminando en sus proximidades.
Los organizadores de la marcha avisaron constantemente a los participantes del riesgo de minas en la zona, donde aún pueden verse restos de munición de la guerra entre Marruecos y el Polisario, tales como alguna granada.

Los participantes, que salieron al amanecer desde los campos de refugiados Sáharauis de Argelia, se trasladaron hasta el muro en una veintena de camiones y decenas de vehículos todoterreno dispuestos por el Polisario, que se encargó también del avituallamiento, la seguridad y la asistencia sanitaria.

El recorrido duró cerca de tres horas en una mañana fría y algo ventosa a través de una llanura polvorienta tan sólo salpicada por acacias del desierto.

Durante esta semana, alrededor de 2.500 españoles se han trasladado hasta los campos de refugiados Sáharauis para conocer la situación en que viven, colaborar en proyectos de cooperación y participar en la cadena humana en torno al muro, según los organizadores del viaje.

La acción de protesta, denominada «Columna de los 1.000», es una iniciativa del grupo Voluntad y Determinación, formado por estudiantes de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, que concibieron una movilización no violenta contra la «injusticia y el olvido» que padece el pueblo Sáharaui.

La idea surgió hace un año, después de que estos universitarios visitaran por vez primera los campamentos Sáharauis de Argelia para conocer de primera mano cómo viven los refugiados y contó con el apoyo de la Coordinadora Estatal de Amigos del Pueblo Sáharaui de España y de la Asociación de Presos y Desaparecidos Sáharauis.

El muro de arena, piedra y alambre de espino -el más largo del mundo con 2.720 kilómetros- fue construido por Marruecos entre 1980 y 1987.
Plagado de cientos de miles de minas antipersonas y antitanque, el muro atraviesa la antigua colonia española prácticamente de norte a sur, de tal forma que sus habitantes han quedado separados.

Los marroquíes controlan los dos tercios occidentales del territorio y la franja superior del norte, y el Polisario domina el lado oriental, fronterizo con Argelia y Mauritania.
En 1991 se acordó un alto el fuego después de 16 años de guerra supervisado por la ONU, que apoyó un referéndum de autodeterminación y envió una misión al Sáhara para su celebración, pero Marruecos ha rechazado hasta el momento la realización de la consulta alegando desacuerdos con la composición del censo de votantes.